lunes, marzo 18

Últimas reuniones

Entre la semana pasada y esta nos hemos reunido unos cuantos grupos del club, especialmente de 1º ESO. Gracias a la BM de Redondela, otro grupo de ese nivel pudo disfrutar de las aventuras de La perla negra y  el no tan perfecto mundo imaginario de El ladrón de días. Para los lectores que ya pasaron por esos libros, teníamos la reunión en torno a la antología de Sherezade; un libro que reúne algunos de los cuentos integrados en Las mil y una noches al que no queremos renunciar porque aunque, según confesaban, se suelen armar un poco de lío con las denominaciones y los nombre de los personajes, al final las historias de la princesa acaban encandilándonos tanto como al rey Schariar. La verdad es que quedaron también sorprendidos al saber que muchas de las historias que conocen desde pequeños, ya sea en forma de cuento, ya sea  por el cine (Aladino y la lámpara maravillosa, Ali Babá y los cuarenta ladrones) proceden de esta fuente. Para que vieran más versiones, les traje este libro tridimensional ilustrado por Niroot Puttapipat que es una maravilla por la delicadeza en el detalle de sus ilustraciones, lo original de su formato...
Al acabar la reunión, concretamos otra cita  para hoy en la que estrenábamos una nueva modalidad del club: Lectura exprés y casi, casi, clandestinaUna forma de acercar los álbumes ilustrados que no acostumbran a leer  para que puedan no solo disfrutar de sus historias sino también, acercarse a otro tipo de interpretación a través de la imagen.
Por cierto, lo de clandestina es porque para estas reuniones nos encontramos en un despacho que  la semana pasada el equipo de biblioteca convertimos en escenario del próximo corto que comenzaremos a grabar mañana con los chavales.
Pero volviendo con el  tema, el libro que inauguró estas reuniones fue uno de los recién llegados a la biblioteca: La niña de rojo, escrito por Aaron Frish e ilustrado por el genial Roberto Innocenti.
En un principio, me imagino que pensaron:
- Anda, que la profe nos va a leer un cuento de Caperucita Roja, con lo mayores que somos nosotros, que ya vamos al instituto...
Pero a medida que la historia iba tomando forma, se fueron adentrando en ella,  fijándose en los detalles de cada ilustración- tarea ardua, ya que Innocenti, no se toma nada a la ligera- y acompañando a Sofía, a través de esa ciudad convertida en bosque o jungla como apuntaba uno de ellos en la que demasiados obstáculos dificultan el camino.
¿Y qué decir de sus caras cuando llegamos al primer final de la historia?.Uy, que la cosa se pone seria y lo que en un principio parecía un simple cuento para niños no es tal, que aquí, los lobos y los chacales muerden...
"(...)¿Recordáis lo que os dije sobre los cuentos?. Son mágicos. ¿Por qué han de tener entonces un solo final. Si lo preferís, imaginad esto:(...)?
Un suspiro de alivio mientras leemos el final alternativo en el que la policía detiene al lobo antes de que se ponga el sol. Menos mal, caramba.